DALI, el monitor que previene paros respiratorios post cirugía, explora el mercado deportivo
El dispositivo, que vigila la frecuencia y volumen del aire que ingresa a los pulmones, afina detalles para iniciar proceso de aprobación en FDA, EEUU.
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El 2012, el académico de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica (UC), Daniel Hurtado, se reunió con un kinesiólogo que le propuso resolver un problema respiratorio de niños con traqueotomía desde el modelamiento matemático.
Hurtado se embarcó en el proyecto y junto a un colega diseñaron el Trach Flow, un sensor de flujo respiratorio instalado en la boquilla del tubo de traqueotomía para monitorear las obstrucciones provocadas por secreciones.
El proyecto fue tomando fuerza y la universidad los apoyó con financiamiento y formación. En un viaje exploratorio a Estados Unidos, expertos valoraron su producto, pero no muy convencidos, recuerda.
Luego, un profesor de Harvard -médico e ingeniero eléctrico- les dijo que si bien el Trach Flow era interesante, no había mercado. No obstante, les dio una idea para apuntar a un mercado masivo. Les explicó que tras cirugías, hay pacientes que dejan de respirar y pueden llegar a sufrir paros respiratorios por efecto de los analgésicos. Los monitores cardiacos no detectan el problema porque el corazón sigue latiendo, por lo que les sugirió reorientar el dispositivo para identificar esa situación.
Hurtado pasó todo el verano repensando el Trach Flow. En marzo de 2017 ya tenían el primer prototipo de DALI, un dispositivo médico que permite conocer la respiración en tiempo real, en forma continua y de manera no invasiva. “Tal como un smart watch mide tu frecuencia cardiaca, DALI podría medir tu actividad respiratoria”, explica Hurtado.
Con fondos de la Fundación Copec-UC y Corfo siguieron con el proyecto, y en diciembre volvieron a Estados Unidos, donde conversaron con los mismos médicos que esta vez sí les dieron “buen feedback”.
Al volver a Chile, realizaron estudios con voluntarios y hoy afinan detalles para que cumpla con las características e iniciar proceso de aprobación en la Food and Drug Administration (FDA) de EEUU, el que podría tomar hasta dos años.
Hurtado también creó el primer modelamiento matemático de un corazón virtual en Chile. Un avance que permite entender el funcionamiento del órgano y las enfermedades asociadas y que le valió ser reconocido por el Foro Económico Mundial en 2018, como una de las diez promesas científicas del mundo.
Dispositivo deportivo
En paralelo, está constituyendo una empresa, buscando financiamiento y aunque es incipiente, explorando el área deportiva, pues en este sector “el monitoreo respiratorio está muy poco desarrollado y eso lo hace muy atractivo”, dice.
Además, al ser un dispositivo deportivo no tendría que cumplir con las regulaciones médicas, lo que podría acelerar su comercialización.
El investigador destaca que “este proyecto es una interacción muy fuerte desde la academia a sacar ciencia y tecnología para ponerla al servicio de la salud de las personas”.
Hurtado también invita a los científicos a tomar “este camino de la innovación y del emprendimiento académico, y que entiendan que nosotros podemos aportar muy fuertemente al desarrollo de nuestro país de esa manera”.